martes, 26 de marzo de 2013

...Y Vivieron Felices Hasta Su Muerte!!!

Los cuentos que en algún leímos o nos leyeron de pequeños y que despúes vimos en peliculas de Walt Disney no siempre fueron de color rosa. Conoce mas de estas historias como realmente fueron contadas.
En la edad media eran pocos los adultos y los niños que tenían acceso a los libros y a la lectura. La cultura se hallaba recluida en palacios y monasterios y los pocos libros a los que se tenía acceso estaban destinados a inculcar buenas costumbres y creencias religiosas. Es de suponer que en esa época los niños oirían con gusto cuentos y poesías que no estaban, en principio, pensadas para ellos.
Pero, aunque tienen una forma y una estructura muy bien definida, los cuentos infantiles pueden tener un significado diferente para diferentes culturas y tiempos. Esto se puede apreciar explorando las diferentes versiones existentes de las historias más populares.
Por ejemplo, del cuento Caperucita Roja se conocen por lo menos cuatro versiones:
Una de ellas es la de Charles Perrault, en la que Caperucita termina siendo devorada por el lobo y que presenta al final de la historia la siguiente moraleja:
Las niñas, especialmente las bonitas, no deben nunca hablar con extraños, de hacerlo podrían convertirse en comida para el lobo. Existen personas que son encantadoras, amables, tranquilas, educadas, complacientes y dulces, que persiguen a las jovencitas en las calles y hasta en sus casas. Desafortunadamente, son estos gentiles lobos los más peligrosos de todos.
Por otro lado, en la versión de los hermanos Grimm, Caperucita y su abuelita son rescatadas de la barriga del lobo por un leñador, quien, mientras la fiera duerme después de la suculenta comida, le abre la barriga con una tijeras para rescatar a las damas, para luego llenársela con piedras (es curioso el dato de que el lobo no llegue nunca a despertarse). En esta versión todos terminan siendo felices para siempre y el lobo se convierte en una linda alfombra. Noten el hecho curioso de que las damas no alcancen jamás a defenderse por sí solas.
Una versión con marcado tinte de canibalismo, fue la que circuló por Austria e Italia, en la que Caperucita come la carne y bebe la sangre de su abuela asesinada por el lobo y en la que ella termina también por ser devorada.
He aquí un pequeño fragmento de ese relato, (Caperucita ya se encuentra en compañía del lobo disfrazado de abuelita):
-Abuelita, tengo sed, ¿me das algo de tomar?
-El lobo, disfrazado de abuelita, le responde:
-Revisa esa taza, debe haber algo de vino.
-Abuelita, este vino está muy rojo.
-Calla y bébelo, es la sangre de tu abuela.
-¿Cómo dices?
-Sólo bébelo y calla.
Luego caperucita dice:
-Abuelita, tengo sueño.
A lo que la fiera responde:
-Quítate las ropas y ven a acostarte aquí conmigo.
Existe una versión francesa llamada La falsa abuelita en la cual Caperucita se salva gracias a su propia astucia. En ésta, una vez que la niña está en la cama con el lobo se da cuenta de que no es su abuela la que descansa a su lado, lo cual le causa un gran susto. Sin saber muy bien que hacer le dice:
-Abuelita, necesito ir al baño.
El lobo, relamiéndose, le dice:
-No te preocupes, niña, puedes hacer pipí aquí en la cama.
Caperucita insiste y aprovecha la o
portunidad para escapar.
Cabe destacar que el verdadero peligro comienza cuando Caperucita se mete en la cama con el lobo. Este cuento estaba destinado a las jovencitas que comenzaban a convertirse en mujeres. Pero en las versiones más antiguas (como la francesa) Caperucita no es castigada por esto, sino que engañando al lobo logra escapar de él, es decir, sobrevive utilizando su propia astucia
Algo diferente ocurre con la versión de Grimm y Perrault, en las que el claro mensaje es que las niñas deben ser buenas, no deben apartarse del camino, deben tener cuidado de los hombres, y sobre todo reprimir cualquier interés por el sexo.
Pero revisemos el caso de otro relato. El de Blancanieves es bastante interesante.
Existe una versión que relatan los hermanos Grimm contiene nada menos que tres intentos de asesinato por parte de la madrastra celosa hacia la bella Blancanieves. Al principio trata de ahorcarla con lazos de encaje, luego prueba a acabar con su vida con un peine emponzoñado, y finalmente lo intenta con la archiconocida manzana envenenada. Pero tampoco en este caso logra su deseo, pues Blancanieves se ahoga y queda inconsciente, y se despierta no gracias al beso del príncipe... sino a los enanos.
En la versión original, la malvada madrastra de Blancanieves es obligada a bailar, durante la boda de su hijastra con el príncipe encantado, con unas sandalias muy particulares, en lo que sería una especie de macabro regalo de bodas para la princesa.
Es así cómo culmina la versión original de este cuento:
Después de ponerse sus mejores galas, la reina se situó delante del espejo y preguntó:
-Espejo, mi fiel espejo,
-que cuelgas en la pared,
-la más hermosa del reino,
-¿puedes decirme quién es?
-Y el espejo le contestó:
-Eres, mi señora, hermosa en verdad
-pero en el palacio del país vecino
-la joven esposa lo es mil veces más.
La malvada reina soltó una maldición, y sintió tanto desasosiego, tanto, que no sabía que hacer. Al principio, pensó que no quería ir a la boda, pero no pudo resistir la curiosidad: tenía que asistir y ver a la joven reina.
Y cuando llegó al palacio, reconoció a Blancanieves, y fueron tan grandes su terror y desconcierto que quedó petrificada, incapaz de hacer un solo movimiento. Pero habían metido ya en el fuego unos zapatos de hierro y los trajeron con unas tenazas y se los pusieron. Y la reina tuvo que andar y bailar con los zapatos al rojo vivo, hasta que cayó muerta.
Otro caso de interés es el de La Cenicienta del cual se conocen por lo menos 340 versiones, la más antigua proviene de China y data del año 850.
La versión de los hermanos Grimm incluye escenas en las que las hermanastras de Cenicienta cortan pedazos de sus pies para poder calzarse la zapatilla de cristal.
En todo caso La cenicienta ofrece uno de los peores ejemplos de las más bajas pasiones que pueden anidar en el espíritu humano, y que además debieran evitársele a los niños, como lo son: la envidia, los celos, la animadversión hacia madrastras y hermanastros, la vanidad y el apego a la vestimenta y otros objetos materiales.
Otro de los grandes protagonistas de la literatura infantil es el Pinocho de Carlo Collodi, un muñeco de madera que se transforma en un ser de carne y hueso, como símbolo de la evolución hacia la toma de conciencia por parte del niño.
Pero, ¿es Pinocho realmente un cuento para niños?
Leamos un fragmento de la versión original, aparecida en 1881. (Capítulo 15: Pinocho está siendo perseguido por unos asesinos, cuando, de pronto, ve entre los árboles una casita "blanca como la nieve"):
Después de una desesperada carrera de casi dos horas, llegó jadeante a la puerta de la casita y llamó.
No contestó nadie.
Volvió a llamar con violencia, pues oía acercarse el rumor de los pasos y la afanosa respiración de sus perseguidores.
El mismo silencio.
Advirtiendo que el llamar no servía de nada, empezó, en su desesperación, a dar patadas y cabezadas a la puerta. Entonces se asomó a la ventana una hermosa joven de cabellos azules y rostro blanco como una figura de cera, con los ojos cerrados y las manos cruzadas sobre el pecho, la cual, sin mover los labios, dijo con una vocecita que parecía llegar del otro mundo:
-En esta casa no hay nadie. Están todos muertos.
-¡Ábreme tú, por lo menos! -gritó Pinocho, llorando y suplicando.
-Yo también estoy muerta.
-¿Muerta? Y entonces, ¿qué haces en la ventana?
-Espero el ataúd que vendrá a llevarme
Pero adentrémonos un poco más en el oscuro mundo de los cuentos infantiles:
Se sabe que la versión de los hermanos Grimm de La bella durmiente, en la que la princesa es despertada por el casto beso del príncipe que la rescata, es una alteración que elimina los elementos de canibalismo, violación y adulterio del relato original.
Éste apareció por el año 1528, y en él, el príncipe, que no logra, por más que grita, despertar a la princesa durmiente cuyo nombre es Talia, procede a abusar sexualmente de ella para luego regresar a casa con su esposa. La princesa da a luz gemelos y es el hecho de que éstos mamen de sus pechos lo que la hace despertar. Cuando el príncipe pasa de nuevo por el lugar y ve que Talia ha despertado y tiene dos hijos suyos se los lleva a todos a palacio. La esposa, que no tiene hijos propios, trata de matar a los niños diciéndole al cocinero del reino que los prepare para la cena. Pero el príncipe se da cuenta a tiempo del macabro plan y arroja la mujer al fuego. Por último se casa con Talia y viven felices... por siempre jamás.
Algo más terrible ocurre con el cuento Piel de asno en el que la heroína, luego de la muerte de su madre, huye de su casa para escapar del acoso sexual de su propio padre, lo que es sin duda la causa de que este cuento sea poco conocido hoy en día. Esto no es de extrañar, ya que
en los últimos doscientos años no se ha hecho otra cosa que suprimir relatos o cambiarles el texto original, perdiendo las historias parte de su energía y emoción, terminando por convertirse en versiones descafeínadas.
Este es el comienzo del cuento Piel de asno:
Érase una vez un rey que tenía una esposa con el cabello de oro, y era tan hermosa que no había otra igual en toda la tierra. Sucedió que se puso enferma y, cuando se dio cuenta de que iba a morir, llamó al rey le dijo:
-Si después de mi muerte quieres volver a casarte, no elijas como esposa a ninguna mujer que no sea tan hermosa como yo y que no tenga unos cabellos de oro como los míos. Tienes que prometérmelo.
Y, en cuanto se lo hubo prometido, la reina cerró los ojos y murió.
El rey intenta casarse de nuevo, y envió mensajeros por todas partes a buscar una mujer que fuera tan hermosa como la reina muerta, pero la búsqueda no tienen éxito y el relato continua así:
Pero el rey tenía una hija, que era tan hermosa como su madre muerta y tenía además idénticos cabellos de oro. Cuando se hizo mayor, el rey la miró un día y vio que era el vivo retrato de su madre muerta, y sintió de repente un apasionado amor por ella. Y dijo el rey a sus consejeros:
-Quiero casarme con mi hija, porque es el exacto retrato de mi esposa muerta, y no encontraré en ningún lugar una novia como ella. Los consejeros se lo prohíben, pero el rey insiste. La joven huye y se cubre con una piel de asno para hacerse irreconocible. Pero ni aún así logra salvarse de su destino. El cuento termina con la siguiente línea:
Y a continuación se celebró la boda y vivieron felices hasta su muerte.
saludos!! y dulces sueños.

martes, 19 de marzo de 2013

Ruinas de Yonaguni, Okinawa


 
Durante una inspección submarina rutinaria en los alrededores de la isla de Yonaguni (与那国海底構造物)(colindante con Taiwán) los científicos del Centro Geológico Oceanográfico de la Universidad de Ryukyu en Okinawa, se toparon con una estructura que se encuentra a unos 200 metros de la región de Arakawabana, y que no parece ser producto de la naturaleza, sino que se le atribuye a la intervención de la mano del hombre.

Se trata de una estructura de 120 m. de largo, 40 m. de ancho y 20 m. de alto.

Aparentemente se trata de un tramo de escaleras, con dos orificios de unos 90 cms. de diámetro y 1 metro de profundidad que se cree eran para colocar dos pilares hechos de madera. Datan de 4.000 a 10.000 años atrás.


En septiembre de 1997, Robert Schoch con Kihachiro Aratake, John Anthony West y Graham Hancock, se propusieron investigar las ruinas de Yonaguni.


El equipo realizó una serie de filmaciones de estas estructuras, una de las cuales mostraba una enorme formación piramidal de 80 metros.
Algunas estructuras tenían 25 metros de alto, y ángulos rectos perfectos formando escaleras enclavadas en la roca. Otras se encontraban a sólo 10 metros de la superficie de las aguas.
Descubrieron que, a cada lado de una especie de pasillo se veían dos filas de megalitos, unos encima de los otros, y los bloques horizontales tenían la misma forma que los de Stonehenge.
 Al salir del pasillo divisaron dos megalitos asombrosamente regulares, que la naturaleza difícilmente podría haber colocado.
La estructura principal presenta ángulos casi rectos y bordes o esquinas bien determinadas que difícilmente pueden considerarse naturales y que se encuentran a lo largo de 5 Km. de la costa sur de Yonaguni.

Tras el terremoto submarino del 4 de mayo de 1998, partes de la isla y del monumento fueron destruidas, pero luego se realizaron filmaciones submarinas descubriendo nuevas estructuras jamás vistas anteriormente, cuya forma es similar a los Zigurats de Mesopotamia, con características insospechadas que, según algunos, desmentirían su origen geológico, convirtiéndolos en los edificios más antiguos del mundo.
En julio del año 2000, un equipo de filmación de CanalHistory se sumergió en Yonaguni para ver las ruinas de cerca. Los buzos vieron una gran estructura plana con dos lados elevados: el denominado Escenario, que puede que fuera un altar, un escenario o un trono. Aseguraron que junto al Escenario había un rostro muy similar a las antiguas representaciones de América Central, sobre todo parecido a algunas esculturas mayas.
El científico Misaki Kimura (木村政昭), (de la Universidad de Ryūkyū) aseguró que esta obra fue realizada por la mano del hombre y de ninguna manera por alguna erosión volcánica, como se pensó en un principio

En términos históricos y arquitectónicos, no se le pueden atribuir su construcción al reino de Ryūkyū, ya que históricamente, el ente es reciente (siglos XII-XVII), puesto que hasta ahora no se han descubierto las herramientas con que se han construido las estructuras y sus dimensiones son comparadas con las Pirámides de Egipto, Mesopotamia, México y Perú. También se han encontrado agujeros en las cimas de las estructuras cuya función sería dar cimiento a los postes de madera que soportaban el techo.
En recientes exploraciones acuáticas, usando robots, análisis simples de rocas, y una serie de observaciones subacuáticas tripualadas y no tripuladas, fueron descubiertos un serie de puentes de tierra que conectan el archipiélago de pequeñas islas de Ryukyu con las tierras del continente de China (dichos puentes se hundieron debido a una serie de cambios geológicos), así como una serie de formaciones topográficas únicas, las cuales pueden haber sido parte de antiguos templos o pequeñas pirámides.

El último puente de tierra que conecta las islas con China puede haber aparecido durante el último período glacial a fines del Pleistoceno, conectando una serie de importantes islas a través de Taiwán, Okinawa y Amani Oshime, con el área de Kyushu.
El hecho de que las ruinas se encuentren sumergidas, y en el caso que las estructuras no sean de origen geológico, estas tuvieron que ser talladas cuando el monumento se encontraba sobre el agua, es decir, en la época glaciar, cuando los niveles del mar eran mucho más bajos debido a que la mayor parte del agua se encontraba congelada en el hemisferio norte.
Esto quiere decir que la última vez que el monumento de Yonaguni se encontraba fuera del agua, y por tanto construido, fue sobre el año 8.000 AC, unos 5.000 años más antiguas que las pirámides de Egipto.
Pero afirmar esto es ir en contra de la cronología actual, oficialmente aceptada por la arqueología. 
Estas enormes construcciones requieren un nivel de organización y planificación de la sociedad tal, que los historiadores no aceptan que pudiera existir hace 10.000 años. Por lo tanto, si se prueba que estas formaciones fueron realizadas por el hombre y que tienen unos 10.000 años, tendremos que revisar la historia y la cronología arqueológica actual.
Estas estructuras sumergidas parecen dar contenido a las leyendas de una civilización prehistórica en el Océano Pacífico llamada Lemuria o Mu. Los japoneses llamaban a sus emperadores prehistóricos Jim Mu, Tim Mu, Kam Mu, etc., lo que quizá significa que sus ancestros fueran supervivientes de esta civilización. En el norte de Japón hay un importante río llamado Mu.
El profesor y arqueólogo Eiji Ikeda, dijo que no ha visitado personalmente las ruinas encontradas, pero que considera que no pueden pertenecer a la cultura de Ryukyu, ya que ésta es mucho más reciente a la fecha dada por los descubridores de esa estructura. Aunque matizó que se deben hacer investigaciones adicionales para probar que hubo intervención de la mano del hombre, ya que hasta el momento no se han encontrado herramientas de ninguna clase o restos humanos, ni siquiera inscripciones que den pautas de su antigüedad o procedencia. 

martes, 12 de marzo de 2013

La Fórmula Del Exito Según Einstein


La cuestión es que estaba Albert Einstein trabajando en su despacho de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos, cuando alguien le preguntó:
-Profesor, usted que tanto sabe, ¿podría decirme la fórmula del éxito?

Aparentemente el científico no había prestado atención a la pregunta y siguió escribiendo en una pizarra que tenía en su despacho, como estaba haciendo antes de ser interrumpido. Pero lo que escribió en la pizarra fue: A=X+Y+Z, y pasados unos momentos dijo: esta es la fórmula del éxito.

Como el otro, lógicamente, no entendía, Einstein le explicó los términos de la fórmula.
-Se trata de una fórmula algebraica en la que la letra A representa en éxito en la vida; para alcanzarlo hay que ser constante en el trabajo, que está representado por X. Luego tener algo de suerte, que es la Y. En cuanto a la Z, se trata de un factor variable, de un imponderable, que es la tranquilidad y el silencio, y sobre todo la seguridad de que mientras uno se ocupa de sus asuntos no se acerca un pesado a molestarle con preguntas ociosas. ¿Me entiende?

lunes, 4 de marzo de 2013

Los Coches Malditos De La Historia

En el mundo del motor, las maldiciones y las supersticiones también tienen cabida. No sólo hay casas, personas y leyendas malditas también hay coches que han sido considerados como tal. Se crea o no se crea en supersticiones la realidad es que a lo largo de la historia ha habido vehículos que han sido considerados como demoníacos por su estrecha relación con la muerte.
Entre ellos hay dos que destacan sobre manera y que han creado una leyenda propia por el reguero de muertos y heridos que han dejado a su alrededor Se trata de ‘el pequeño bastardo’ de James Dean (Porsche 550 RS Spyder) y la limusina en la que fue asesinado Francisco Fernando de Habsburgo, el archiduque de Austria pero además de estas dos ineludibles referencias hay alguno más.
El ‘pequeño bastardo’ de James Dean
El precioso deportivo Porsche 550 RS Spyder que se compró el mítico actor norteamericano James Dean se convirtió en una verdadera leyenda negra del mundo del motor. Todo aquel que se acercaba a él moría o quedaba herido de gravedad. La historia comienza con el accidente en el que murió Dean. Tras ella comienza el reguero de insólitos accidentes que han configurado esta leyenda. La segunda desgracia ocurrió mientras se bajaba el coche accidentado de un camión para meterlo en el taller. El coche cayó sobre uno de los mécanicos y le partió las dos piernas. Posteriormente se dispersaron algunas piezas. Se vendió la transmisión y el motor para coches de carreras y casualmente los vehículos que los recepcionaron sufrieron un accidente que mato a sus ocupantes. Algo similar ocurrió con las ruedas ya que el coche que las calzó también colisionó y el piloto quedó en coma. Más tarde, la carrocería se expuso en un museo de Sacramento pero la mala suerte volvió ya que cayó sobre un visitante. Tras todas estas ‘aventuras malditas’ el propietario decidió destruirlo pero durante el traslado al desguace ocurrió otra fatal colisión y el conductor que chocó con el camión que lo llevaba acabó bajo las ruedas del pequeño bastardo.

La verdadera historia de Christine (Stephen King)
No era un Plymouth Fury del 58 rojo como el del famoso relato de Stephen King y posterior película que se dedicaba a matar por iniciativa propia sino que era un Ford Mustang del 1959. Según afirmó su dueña residente en California (EEUU) aquel coche atropelló a doce personas y tuvo seis accidentes de tráfico. Era un verdadero imán para siniestros.
La limusina del archiduque de Austria que originó una guerra
Sin duda es el coche que más trascendencia ha tenido en la historia. Se trataba de la limousina Graef und Stift en el que fue asesinado el archiduque de Austria Francisco Fernando de Habsburgo, durante una visita a Sarajevo un acontecimiento que desencadeno la I Guerra Mundial. Tras este suceso, el Graef und Stif inició su carrera de mala suerte. Primero lo compró un militar bosnio que al poco tiempo murió en un accidente a bordo del vehículo. El siguiente en engrosar la leyenda fue el médico yugoeslavo que adquirió el coche y poco después falleció cuando el coche volcó, eso sí sin padecer más daños que la muerte del conductor.
Tiempo después la limusina, paso a manos de un coleccionista que se suicidó meses después. Años más tarde lo adquirió un corredor de apuestas que como no murió al poco tiempo en un accidente con el coche maldito. Ya en estado ruinoso fue comprado por un empresario de alquiler de coches que lo restauró y le cambió el color y lo utilizó para bodas pero nuevamente otro siniestro accidente se cruzó por el camino y el dueño murió.
El Buggati 'IX'
En agosto de 1939 el conocido ingeniero Ettore Buggati iba a probar varios prototipos de bólidos pero la noche antes tuvo un sueño en el que uno de ellos sufriría un accidente. Recordó que el rotulado con el número 9 (IX) sería el afectado y su hijo Jean iba al volante. Por eso por la mañana decidió cambiar el orden y a su hijo le dió el 11 (XI). Sin embargo, su hijo sí murió en un accidente intentando evitar a un cartero ciclista borracho que se le cruzó junto a la fábrica. 
R5 Copa Turbo
Mucha gente consideraba este modelo de Renault (versión española del Alpine Turbo francés de 1982) estaba maldito por el alto número de siniestros y muertes que produjo. Era conocido como la 'caja de muertos'. Existen diversas leyendas negras que aseguran que tenían fallos mecánicos que provocaban los siniestros y que el turbo se activaba en las curvas provocando salidas de carretera. La verdad es que más allá de los accidentes la alta potencia que le proporcionaba el turbo lo convertía en un vehículo difícil de controlar especialmente sino se tenía mucha experiencia al volante.